Fotografiar una boda: ¿cuál es el plan?
Cada boda es única, está llena de detalles que van salpimentando vuestro día especial, dando matices.
Una vez que me he convertido en vuestro fotógrafo, me encanta hablar con las parejas para las que realizo mis reportajes. Me gusta que me comenten, que me propongan ideas, plantearles yo las mías, incluso que me planteen sus dudas y preguntas, en definitiva saber qué quieren de ese día.
Suelo tener varias citas con mis clientes, sobre todo si realizamos fotografías de preboda, pero dentro de la quincena final antes de la ceremonia suelo tener la última reunión en la que ya tratamos los matices finales del día, los horarios, últimas dudas, etc…
Cuanto más preparado llevemos esta parte, mejor será sin duda el resultado final, fundamentalmente porque el día de la boda os vais a dedicar a disfrutar, y yo a captar todos esos momentos.
El día de la boda me gusta pasar lo más desapercibido posible, moverme discretamente, ir captando todos los momentos y en definitiva retratar vuestra boda. Lo que es fundamental es evitar que dejéis de ser vosotros mismos.
El programa de trabajo el día de la boda lo marcáis vosotros.
Por definir aproximadamente unos horarios, mi trabajo suele empezar con los preparativos de los novios y terminar más o menos una hora después, al inicio del baile. De todo lo que pasa en medio seremos testigos directos, para preservar todos esos momentos y emociones.